viernes, 19 de diciembre de 2014

El cielo y el infierno en Osaka.

Como suele ocurrir en diciembre de cada año, la liga japonesa ha llegado a su fin. Como ocurre todos los años, el final ha sido sorprendente e imprevisible y todos los que hacemos pronósticos sobre los campeones y el descenso nos damos cuenta de que hemos fallado estrepitósamente.

Si en algún sitio se ha producido una revolución que nadie esperaba es en la ciudad de Osaka. De los dos equipos, el Gamba era el recien ascendido de la segunda división y el Cerezo se había reforzado de manera muy importante de cara a conseguir su primer título de liga. Pero esto es el fútbol de Japón y el final ha sido totalmente inesperado para ambos equipos.


EL CIELO. GAMBA OSAKA.

Una mala gestión en 2012, diciendo adios al técnico que había estado una década en el equipo, el japonés Akira Nishino, provocó inestabilidad y una temporada para el olvido, donde el equipo descendió de manera clara a la segunda división. Consiguió mantener a sus figuras de cara a un ascenso rápido que consiguió en 2013 sin mayores problemas.

Así afrontaban 2014, como recien ascendidos y dándole continuidad a un entrenador que había dejado muy buenas sensaciones en su anterior paso por el Shimizu S-Pulse y que había conseguido ascender al equipo. El objetivo prioritario era conseguir la permanencia lo antes posible y después de eso soñar con quedar lo más arriba posible.

La temporada empezó con una mala noticia, la lesión de la figura del equipo, Takashi Usami (ex Bayern Munich). Su baja provocó que el equipo comenzase la temporada de manera dubitativa y con unos resultados bastante mediocres. En la jornada 12 el equipo estaba situado en la penúltima posición con únicamente 2 victorias, lo que preocupaba bastante.

Pero fue la recuperación de Usami, citado anteriormente, el que cambió la dinámica del equipo de manera increíble. A la vuelta de Usami, el Gamba estaba en los últimos puestos a unos 12-13 puntos del primer clasificado, el Urawa a falta de unas 20 jornadas para el final. Fue aquí cuando se produjo una de las mejores rachas de resultados que se recuerdan en la historia de la liga. El Gamba encadenó 15 victorias y 2 empates en 20 partidos y le hizo colocarse 2º en la clasificación. Un duelo directo contra el líder Urawa que se saldó con un 0-3 a favor de los de Osaka fue la confirmación de que el Gamba iba a por todas.

Un nuevo tropiezo en la penúltima jornada del Urawa y otra victoria del Gamba provocó que en la penúltima jornada el Gamba Osaka adelantase por primera vez al Urawa. Y solo quedaba una jornada por disputarse. Finalmente, el Gamba empató y el Urawa perdió, lo que le dio el título de campeón de liga al Gamba Osaka.

Y no solo eso, el Gamba también ganó los otros dos campeonatos importantes domésticos, la Copa Nabisco y la Copa del Emperador, por lo que se convertía en el 2º equipo de la historia de Japón que conseguía el triplete (el primer equipo en la historia que conseguía un triplete siendo un recien ascendido).

Pero su alegría no terminó ahí, su eterno y encarnizado rival, el Cerezo Osaka, claro candidato al título al principio de la liga, descendió de categoría, pero para hablar de ello vamos a ponerlo aparte.


EL INFIERNO. CEREZO OSAKA.

El 2014 parecía un año para soñar en las filas del Cerezo Osaka. Se cumplían 20 años de la fundación del equipo y la empresa que dirige al equipo, Yanmar, hizo un regalo de cumpleaños en forma de estrella mediática y máximo goleador del último mundial disputado (último mundial en ese momento), esa estrella mediática era Diego Forlán. Ése no fue el único refuerzo importante del equipo, ficharon a algunas piezas que podían complementar bien al equipo y darle algo de profundidad al banquillo.

Por primera vez en 20 años, parecía que el Cerezo iba a cambiar la historia y por fin ponerse como equipo de referencia de la ciudad de Osaka, pero el destino le jugaría una mala pasada.

El equipo desde un principio acusó claramente las altas expectativas generadas. Los jugadores llamados a tirar del carro (Forlán, Kakitani, Minamino y Hotaru Yamaguchi) estaban rindiendo a un nivel extrañamente inferior a lo que nos tenían recordado. Aun así, el equipo estaba fuera de la zona de peligro pero bastante cerca del descenso. Con el parón por el mundial, se tomaron decisiones radicales que comenzaron con la destitución de Ranko Popovic (actual entrenador del Real Zaragoza) que fue sustituído por el alemán Marco Pezzaiuolli, un entrenador con buen curriculum como asistente pero mediocre como entrenador principal. Con él se trajo a una ex leyenda del Stuttgart que empezaba a buscar un retiro dorado, el ex internacional Cacau. Pero el invento del entrenador alemán no solo no ayudó a mejorar, sino que hundió definitivamente al equipo en el fango. 9 partidos estuvo como entrenador y no consiguió ganar ninguno.

Pero hubo unos hechos que a mitad de temporada también influyeron en el hundimiento del equipo. Forlán no metía apenas goles y amasaba demasiado balón, Kakitani fue vendido en verano al Basilea y Hotaru Yamaguchi se lesionó de gravedad y no pudo volver a jugar en lo que restaba de temporada.

Con esta tesitura, el Cerezo destituyó al entrenador alemán y decidió arriesgarse poniendo de entrenador al que hasta ahora había sido entrenador del sub 18 del Cerezo, un hombre sin experiencia y al que le encomendaron la dura misión de salvar a un equipo que estaba ya metido de pleno en el descenso. El problema no era solo las sensaciones sobre el campo, sino que el equipo no parecía mentalmente preparado para reaccionar. Y así fue, el equipo ganó dos partidos seguidos pero luego no consiguió ganar ninguno de los últimos partidos y el equipo descendió matemáticamente a J2 a falta de dos jornadas para el final.


EL FUTURO DEL CEREZO.

El equipo cuenta con la que probablemente sea la mejor cantera de todo Japón. Por ello, deben recuperar su esencia y volver a configurar un bloque basado principalmente en lo que aporten los jugadores que vienen de abajo complementándolos con jugadores de experiencia. Parece que no va a haber una fuga de jugadores a pesar del descenso. Es probable que Minamino se vaya a Alemania (Dusseldorf de la Bundesliga 2) y que el importante central Yamashita se vaya al FC Tokyo. Otro par de jugadores de menos nivel, Sugimoto y Ogihara, es probable que se vayan, pero no parece que el equipo lo vaya a notar tanto.

¿Qué pasará con las estrellas Forlán y Cacau? Ambos jugadores tienen contrato con el equipo hasta julio de 2015. Cacau ha manifestado su intención de permanecer en el equipo y parece seguro que seguirá mínimo hasta el final de su contrato. Respecto a Forlán, el equipo parece que quiere dejarle ir y el jugador le apetece volver a su continente, pero debido a la ausencia de ofertas por el jugador, parece que el charrúa se vería obligado a cumplir su contrato y jugar 6 meses más con el equipo de Osaka, cosa que probablemente no le vendría mal al equipo desde el punto de vista del marketing, ya que el jugador uruguayo ha aportado al equipo bastantes ingresos extradeportivos.

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