martes, 15 de julio de 2014

Porque siempre gana Alemania...

Acabó el mundial de Brasil y ahora toca esperar otros cuatro años para volver a disfrutar del fútbol en su más pura expresión. Cuando hablamos de un mundial en Brasil se me hace inevitable remontarme a aquel año 50, en el que el pez chico se comió al pez grande, y yo personalmente confiaba en que volviese a suceder un maracanazo. Para que eso sucediese Uruguay tendría que haber ganado a Colombia, pero no pudo ser, y gran culpa de ello la tuvo la excesiva sanción impuesta por la FIFA a la estrella charrúa Luis Suárez después de haber mordido a Chiellini. Uruguay apeló a la épica para clasificarse después de haber perdido contra Costa Rica, pero no pudo con Colombia.

La selección cafetera ha sido la que ha mostrado el juego más alegre de un mundial plagado de prórrogas y sorpresas. Contando en sus filas con el bota de oro del mundial James Rodriguez, acabó sucumbiendo ante la anfritiona, en un partido en el que el peso de la historia pudo con Colombia. Aunque así fue como se clasificó Brasil en la mayoría de sus cruces, con una pizca de suerte y con un Neymar sabedor que tenía una oportunidad perfecta de hacer historia en su país, ante su gente. Fue el propio Neymar el que cayó lesionado en un choque desafortunado con el lateral Zuñiga, y con su baja y la del capitán Thiago Silva por sanción tenían que enfrentarse a la poderosa alemania.

Ahí es donde quería llegar, si bien el mundial no tuvo el esperado maracanazo si que tuvo una gran sorpresa en esta semifinal. 7 le cayeron a Brasil en un partido que será recordado por todos debido a la aplastante superioridad germana. Esta victoria hacia que fuesen muy favoritos en la final contra la Argentina de Messi, que había llegado hasta ahí a trancas y barrancas, pero había llegado.  A pesar de que la victoria alemana se daba por hecha, las finales hay que jugarlas y son impredecibles y mas aún si el rival es la albiceleste. Durante los primeros 90 minutos los alemanes tuvieron el balón, pero las ocasiones se repartieron entre ambos equipos, siendo el motor argentino un Messi a cuenta gotas, pero que cada vez que cogia el balón daba sensación de peligro. Finalmente, cosas del fútbol, fue Mario Gotze, quien no ha disfrutado de su mejor temporada en el Bayern,
el héroe de la final con su tanto en el minuto 112, dejando así a Messi sin su ansiada copa del mundo, pero si con un más que dudoso balón de oro. Al final, fue Alemania quien rompió con la tradición de los europeos que siempre ganan en Europa y los americanos que siempre ganan en América. Porque este es un deporte en el que siempre gana Alemania...

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