La fortaleza Signal Iduna Park

Sabíamos que ayer iba a ser un día grande, era el todo por el todo, el equipo de Jurgen Klopp se jugaba la oportunidad de poder pasar a octavos y ante un rival de la talla del Nápoles, que no es poca cosa. El estrepitoso encuentro que se dio en Italia hacía pensar que el Nápoles volvería a arrollar a un mermado Borussia, un Borussia en el que las bajas afectaban a la defensa y a un medicentro. Pero lo de ayer fue completamente distinto, personalmente deseaba la victoria del equipo alemán (del que soy fan), pero el partido fue más espectacular de lo que jamás me hubiese imaginado. Con un Signal Iduna Park a rebosar (como de costumbre), las banderas ondeando al aire, tiñendo de amarillo y negro el ambiente, los cánticos entonados por una afición que lo da todo por su equipo, "The Yellow Wall", de lo más bello que se puede ver en un club, la afición. El Borussia tenía mucha presión, se jugaba el pase y solo le valía la victoria. Jurgen optó por Bender de central y Kehl de mediocentro, era lógico, Friedrich no está ni mucho menos preparado. El partido se presentaba complicado, pero el Borussia a pesar de las bajas sigue siendo un gran equipo y un bloque excelente. Salió con: Weidenfeller, Großkreutz, Sokratis, Bender, Durm, Kehl, Sahin, Reus, Mkhitaryan, Kuba y Lewandowski. El partido comenzó de cara al Borussia, atacando y encerrando al conjunto de Benítez en el área, un agarrón a Robert provocó el penalti que Reus convirtió en el primer gol. Una buena jugada después, combinando una serie de pases hizo que Kuba le metiese un golazo de caño. Al rato, pareció que el Nápoles iba tomando el control del partido poco a poco hasta hacerse dueño del encuentro. Ya en la segunda parte un error inesperado de Kehl provocó el gol del joven Insigne, que batió a Weidenfeller que hasta el momento estaba haciendo un sensacional partido. La entrada de Aubameyang provocó una gran alegría general, el "misil" del Borussia entraba como revulsivo en el partido, con las ganas de sentenciar el partido. Y así fue como tras un jugadón que detuvo Reina, mostrando su potencial, metió el miedo al conjunto italiano. Jugadas después llegó el 3-1 a manos del gabonés, que sentenció totalmente el encuentro. Con los tres puntos en el bolsillo, el Borussia se afianza en el grupo y con muchísimas posibilidades de pasar. Espectacular partido el que se vivió ayer en Alemania.